viernes, 21 de marzo de 2014

SEÑOR SUPERINTENDENTE: ¡UD. Y SU EQUIPO DE CONFIANZA DEBEN RENUNCIAR!

SEÑOR SUPERINTENDENTE: ¡UD. Y SU EQUIPO DE CONFIANZA DEBEN RENUNCIAR!

El Directorio Nacional de la Asociación Nacional de Funcionarios de la Superintendencia de Educación (ASUME), ha decidido por unanimidad, solicitar a Ud. y a su equipo de confianza de este Servicio la RENUNCIA INMEDIATA E IRREVOCABLE.

Esta solicitud representa lo planteado por Dirigentes y Funcionarios de todo el país que han visto vulnerados sus derechos por una gestión donde la prometida participación no ha estado presente en decisiones esenciales y donde el abuso y la arbitrariedad han quedado de manifiesto a la hora de aplicar el nuevo e inconsulto reglamento de calificaciones, creado entre cuatro paredes y a espaldas de los trabajadores.

Adicionalmente, la instrucción del año 2013 de bajar las notas a los funcionarios de la Superintendencia, ha permitido que existan Direcciones Regionales completas que no han recibido la bonificación por estimulo, establecida en la Ley 19.528 artículo quinto y que se materializó en resolución Nº 204. Sin embargo, y fuera de toda consideración ética, vemos como nuevamente las autoridades superiores del servicio se burlan de los trabajadores auto asignándose dicha bonificación.
  
Estos últimos acontecimientos, de extrema gravedad, vienen a sumarse a los hechos que hemos denunciado permanentemente y que nos llevan a pedir formalmente que renuncie junto a su equipo. Entre ellos quisiéramos destacar:

1)    El Rol de la Superintendencia de Educación ha sido minimizado a la hora de implementar la institucionalidad creada en la Ley de Aseguramiento de la Calidad, menoscabando el rol fiscalizador del Estado y circunscribiendo la visita a los establecimientos a un mero chequeo administrativo, empobreciendo el aporte de los profesionales del Servicio.
 
2)    Aun cuando la autoridad superior del Servicio tuvo la oportunidad y las herramientas para solucionar las injusticias cometidas en el traspaso desde el MINEDUC, no desplegó esfuerzos para modificar la insuficiente e irreal estructura de planta definida en el DFL Nº 4/2012, eliminando la carrera funcionaria y la estabilidad laboral.

 
3)    Bajo directa autorización del Superintendente de Educación, funcionarios que fueron de confianza de los gobiernos de la Concertación, sin un criterio claro, razonable, o al menos transparente –como se le exige a toda autoridad administrativa-, renunciaron al Ministerio de Educación el día 31 de agosto del 2012, para ser contratados en la Superintendencia de Educación, en nuevos cargos y con los mas altos grados de la escala remuneratoria a partir del día siguiente (algunos de estos funcionarios subieron su remuneración de 2 millones de pesos a cerca de 6 millones).


4)    No existió la voluntad de la autoridad para corregir la existencia  de divisiones y regiones de primer, segundo y tercer orden.  Resultaba imperativo equiparar las remuneraciones del personal de denuncias y administración por razones de equidad en la organización, además de avanzar en la mejora de todos aquellos funcionarios que habiendo perdido derechos por su traspaso desde el MINEDUC, no han visto mejoras en sus remuneraciones. Esta nula voluntad del ejecutivo se contrasta con la facilidad con la que se otorgan grados en el nivel central, contratando en puestos claves a amigos leales al poder que instalaron; con un estilo autoritario, amedrentador, inflexible y autoreferido, incapaces de aceptar críticas al modelo de gestión que impusieron.

 
5)    La implementación de la Superintendencia de Educación implicó un claro retroceso  a la hora de acercar los Servicios Públicos a la ciudadanía. Los ciudadanos de Calama, Ovalle, Los Andes, Castro o de la Provincia de Arauco hoy deben viajar horas e invertir recursos para recibir atención presencial. No interesó a la autoridad que funcionarios(as) tuvieran que cambiar de domicilio, dejar familia,  amistades, vida social y lazos que construyeron con años de esfuerzo. Otros funcionarios deben utilizar excesivas horas de viaje para cumplir con su trabajo, lo que por razones económicas y familiares, ha sido un menoscabo importante. Esta excesiva centralización privó además de las elementales herramientas  al funcionamiento interno administrativo de las Direcciones Regionales. Hasta las sencillas tareas de adquirir insumos o la contratación de servicios, deben pasar necesariamente por el visto bueno y aprobación de funcionarios del nivel central, por muy mínimos o de bajo costo, aumentando de paso la burocracia y dilatando la eficiencia y eficacia de los procesos.
Nos cabe preguntar, en cuánto ha aumentado el gasto en que ha incurrido la Superintendencia por conceptos de viáticos, bencina y arriendos de las distintas direcciones regionales, desde que se decidiera instalar al servicio en las capitales Regionales.  
 
Por último, queremos señalar que este Directorio Nacional está convencido que NO DEBE SER UD. NI SU EQUIPO DE CONFIANZA los que lideren a la Superintendencia de Educación en el nuevo ciclo que comienza. Usted llego al MINEDUC con la confianza del Ministro Lavín y el Subsecretario Rojas. La Superintendencia de Educación en este período se transformó en una máquina sancionadora de alta eficiencia, sin embargo hoy se hace necesario redefinir y re-conceptualizar la institucionalidad de acuerdo a los cambios estructurales que Chile clama en el ámbito educacional.
 
 
Atentamente,
 
 
 
ALEJANDRO VALENZUELA FUICA, PRESIDENTE ASUME
JORGE BOZA FLORES, SECRETARIO ASUME
PATRICIO CONTRERAS RIVERA, TESORERO ASUME
 
 
  
"la batalla por los reajustes es importante pero no hay que confundirla con la gran batalla, esa que ya empezó y en la cual los que nada tienen o los que han perdido algo desean una sola cosa: cambios estructurales" (Clotario Blest)

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