lunes, 13 de enero de 2014

SOLICITUD DE AUDIENCIA PRESIDENTA BACHELET

                                                                                                           Santiago, 10 de enero de 2014
  
SRA.
MICHELLE BACHELET JERIA
PRESIDENTA ELECTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE
Presente
Materia: Solicitud de Audiencia.


En virtud de que, a partir del 11 de marzo de 2014, se materializará el cambio de gobierno que a Ud. le corresponderá encabezar, la Asociación Nacional de Funcionarios de la Superintendencia de Educación (ASUME), solicita a Ud. audiencia para exponer los siguientes temas que se desarrollan en documento adjunto:


LA SUPERINTENDENCIA DE EDUCACIÓN. ASPECTOS GENERALES

§  La gestión de fiscalización se ha focalizado en los establecimientos más débiles, protegiendo a los más fuertes.
§  Existe un importante nivel de acumulación de Procesos Administrativos sancionatorios en las principales regiones del país.
§  La Superintendencia de Educación fue implementada con centralización y concentración del servicio, lo que ha implicado un claro retroceso a la hora de acercar los Servicios Públicos a la ciudadanía y ha privado de autonomía administrativa a las Direcciones Regionales.
§  La facultad sancionadora del Servicio se ha concentrado especialmente en la Educación Pública. 


UN SERVICIO CREADO A COSTA DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
UNA ESTRUCTURA INEXISTENTE

§  El 85% de los funcionarios de la Superintendencia de Educación son funcionarios cuyo contrato se renueva año a año.
§  Por ley se definió una mezquina Planta del Servicio, estructura base de cualquier institución.


LA PÉRDIDA DE DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS TRASPASADOS DESDE EL MINEDUC

§  La adscripción de numerosos funcionarios a grados inferiores a los que legalmente les correspondía, generándose planillas suplementarias que representan un 40% de la remuneración total. Dicha planilla, al absorber los futuros mejoramientos de remuneraciones, implica que aunque los funcionarios aumenten en uno o varios grados en la escala de remuneraciones, no experimentarán un aumento real hasta eliminar por completo su planilla suplementaria.
§  Quienes estuvieron a cargo de la elaboración  del Decreto y del proceso de traspaso, hoy ostentan remuneraciones excesivamente superiores a las que tenían antes de la instalación del nuevo servicio.
Sra. Presidenta:
Se hace urgente y prioritario el replanteamiento de los objetivos y  la  programación del trabajo de la Superintendencia de Educación Escolar para el presente año. Para tener un Servicio de calidad se deben mejorar las condiciones laborales de la Institución. Es urgente contar con una estructura organizacional adecuada y es imprescindible corregir los errores cometidos en la implementación de la Superintendencia de Educación.
Esperando nos pueda recibir para desarrollar estos temas en profundidad, le saludan atentamente,

ALEJANDRO VALENZUELA FUICA
PRESIDENTE ASUME NACIONAL

PATRICIO CONTRERAS RIVERA
TESORERO ASUME NACIONAL

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ANEXO
ROL DE LA SUPERINTENDENCIA DE EDUCACIÓN

El Rol de la Superintendencia de Educación ha sido minimizado a la hora de implementar la institucionalidad creada en la Ley de Aseguramiento de la Calidad, menoscabando el rol fiscalizador del Estado y circunscribiendo la visita a los establecimientos a un mero chequeo administrativo, empobreciendo el aporte profesional del Servicio. La implementación de nuevas tecnologías y sistemas de fiscalización se ha focalizado en aumentar cifras y número de fiscalizaciones por establecimiento, dejando de lado la calidad en cada proceso de revisión. Esto con el fin de mostrar mediáticamente cifras en multas y establecimientos cerrados.

La gestión desarrollada por el actual equipo directivo no ha tenido la capacidad para instalar una visión integral del proceso, que permita un mayor análisis de los programas de fiscalización que se practican. Se  utilizan los mismos criterios, exigencias y rigurosidad para la diversidad de realidades educacionales que existen. Es decir sin discriminar entre  establecimientos con alta capacidad de gestión, buenas dotaciones docentes y administrativas, abundantes recursos y optima infraestructura, por un lado. Y por otro lado a establecimientos con múltiples necesidades,  que atienden alumnos con diversas problemáticas educativas, carencias económicas y sociales. Que desempeñan su labor en condiciones de vulnerabilidad, delincuencia, aislamiento u otros.
 
La gestión del proceso de fiscalización ha basado su estrategia en el modelo de gestión de riesgo, modelo que tiene márgenes relevantes de error porque no considera estas variables. Se genera con ello que los establecimientos sean sancionados en múltiples ocasiones en programas distintos. El modelo se focaliza  en los establecimientos más débiles, protegiendo a los más fuertes. Esta es una de las tantas injusticias sociales con que se han desarrollado los programas de fiscalización.

Existe un importante nivel de acumulación de Procesos Administrativos sancionatorios en las principales regiones del país. Varios de ellos sobreseídos por no contar con el suficiente sustento legal o por la falta de instrucciones y orientaciones claras hacia los sostenedores. Esto se traduce  en la pérdida de eficacia y eficiencia de todo el proceso de Fiscalización, al mover gran cantidad de recursos y no existir sanciones asociadas que permitan lograr el objetivo, que es, modificar el comportamiento de los sostenedores contribuyendo de esta forma a mejorar la calidad de la educación.

Al contrario de las experiencias internacionales en materia de gestión gubernamental, que se orientan hacia la descentralización y desconcentración administrativa,  en la Superintendencia de Educación, se decide implementar la centralización y concentración del servicio.  Como consecuencia,  la concentración en las capitales regionales del país, implicó entre otras cosas, un claro retroceso a la hora de acercar los Servicios Públicos a la ciudadanía. Un habitante de Calama, Pichilemu, de Ovalle, de Dalcahue en Chiloé, o de la Provincia de Arauco, que previamente se atendían en sus respectivas provinciales, hoy debe viajar horas e invertir recursos para efectuar denuncias, perdiendo la oportunidad de recibir atención inmediata. Asimismo, las y los funcionarios(as) deben utilizar horas de viaje para cumplir con su trabajo, lo que por razones económicas y familiares, ha sido un menoscabo importante para estos trabajadores

La excesiva centralización de sus funciones por otra parte, ha privado de autonomía  administrativa a  las Direcciones Regionales, lo que ha acarreado en la práctica que hasta las sencillas tareas de adquirir sus insumos o la contratación de servicios, tengan que pasar necesariamente por el visto bueno y aprobación de funcionarios del nivel central, por muy mínimos o de bajo costo que sean, aumentando la burocracia, dilatando la eficiencia y eficacia de los procesos y una adecuada atención de la comunidad a cuyo servicio estamos llamados.

En la práctica, la facultad sancionadora del Servicio se ha concentrado especialmente en la Educación Pública, puesto que la aplicación de los programas de fiscalización ha derivado en una excesiva persecución donde las sanciones económicas han sido un verdadero tiro de gracia para los establecimientos educacionales del Estado, lo que no es más que otra consecuencia de años de políticas públicas orientadas a favorecer y promover la ampliación de la oferta educacional privada. 
Solo el año 2013 se le ha sustraído a la educación subvencionada de Chile, entre ellos a los establecimientos más carenciados y los más vulnerables 4 mil millones de pesos indispensables para dignificar la educación donde más se requiere.

UN SERVICIO CREADO A COSTA DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES
UNA ESTRUCTURA INEXISTENTE

El 85% de los funcionarios de la Superintendencia de Educación son funcionarios cuyo contrato se renueva año a año.
Por ley se definió una mezquina Planta del Servicio, estructura base de cualquier institución, que en sí se diferencia de los restantes organismos del Sector Público por la Ley que lo crea. En ella se configura la posibilidad de despedir a trabajadores de planta con indemnización de un mes por año con un  tope máximo de seis.
Una entidad Fiscalizadora del Estado que se jacta de haber cobrado multas por 4 mil millones de pesos solo en este año no puede dejar que sus trabajadores estén al vaivén del gobierno de turno o de indebidas presiones de jefaturas o sostenedores.
¿Cuál es entonces la razón para no efectuar las modificaciones del Decreto que fija la planta de la SIE?

LA PÉRDIDA DE DERECHOS DE LOS FUNCIONARIOS TRASPASADOS DESDE EL MINEDUC

En el proceso de traslado de los funcionarios del Ministerio de Educación a la Superintendencia de Educación, se cometieron una serie de negligencias por parte de las autoridades a cargo de este proceso, y que se refieren a la asimilación de los grados que debieron asignar a cada trabajador de planta y contrata en su nueva destinación.

La adscripción de numerosos funcionarios a grados inferiores a los que legalmente les correspondía, implicó de inmediato un aumento exagerado de la planilla suplementaria, mecanismo que estableció la ley para resolver diferencias salariales, llegando en muchos casos hasta representar un 40% de la remuneración total. Dicha planilla, al absorber los futuros mejoramientos de remuneraciones, implica que aunque éstos aumenten en uno o varios grados en la escala de remuneraciones, no experimentarán un aumento real hasta eliminar por completo su planilla suplementaria.

Esta situación aqueja principalmente a los funcionarios de planta que fueron traspasados. Estos funcionarios, legalmente y en propiedad, estaban en posesión de un grado determinado. Mediante el traspaso se les privó de lo que legalmente ya habían ganado por concursos públicos o procesos de encasillamiento, ya que la autoridad no puede por sí aumentar sus grados dentro de la planta y solamente les deja la opción de participar nuevamente en concursos públicos para llegar a los grados que debieron haber obtenido en el traspaso.  Por otro lado, raramente quienes estuvieron a cargo de la elaboración  del Decreto y del proceso de traspaso, hoy ostentan remuneraciones excesivamente superiores a las que tenían antes de la instalación del nuevo servicio.
Por ello, se hace urgente y prioritario el replanteamiento de los objetivos y  la  programación del trabajo de la Superintendencia de Educación Escolar para el presente año,  revisando la misión y visión de esta Superintendencia percibida por la ciudadanía como una entidad punitiva y vista por los Sostenedores como una suerte de policía educacional destinada a perseguir a los establecimientos más carenciados.
Para tener un Servicio de calidad se deben mejorar las condiciones laborales de la Institución. Es urgente contar con una estructura organizacional adecuada y es imprescindible corregir los errores cometidos en la implementación de la Superintendencia de Educación.






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